Observando un lago azul, deseo que mi mente presente la calma de las aguas del lago, y entonces surge un pensamiento rápido que como una gota de lluvia presagia que vendrá un fuerte aguacero y quizás una tormenta que va a incidir no sobre el lago, sino sobre todo un sistema iniciándose así una reacción global e instintiva.

Quiero escudriñar en la compleja mente humana intentado entender como sintoniza y sincroniza con el Universo en relaciones microscópicas que transforma la Realidad.

¿Qué es la Realidad?

Hace mucho pensaba que la realidad estaba fuera de nosotros mismos y que la tarea de nuestros cinco sentidos era aprehenderla desde el exterior, sin embargo habían informaciones y sensaciones que sentía no provenían desde el mundo externo captados por nuestro cuerpo biológico.

Mientras reflexionaba me quedé profundamente dormido y entonces tuve un sueño… había perdido la vista y sentí por primera vez que la gente a mi alrededor sentía una mezcla de lástima y compasión. En los sueños las cosas ocurren de prisa y muy pronto desarrollé una nueva “visión” que me enseñó a vivir con los párpados bien abiertos. Muy pronto desperté de dicho sueño y me di cuenta que miramos la vida con pasividad. En mi sueño aprendí que hay oreas formas de ver, que lo que vemos es nuestra realidad que es única y es creado por nosotros mismos, en verdad por nuestros cerebros.

Nuestros cerebros, el suyo, el mío y el de cualquier otro reflejan el sentido de la vista que ocupa aproximadamente el 30% de todo el cerebro y recibe dos mil millones de bits de información por segundo a través de nuestros ojos. Para crear las visiones que observamos el cerebro ha venido formando redes neuronales que se han conectado en base a experiencias diversas que nos son propias individualmente y que experimentamos desde la infancia. Lo que “vemos” es una construcción compleja en la que tú crees por ello es que las personas interpretan su realidad de manera diferenciada, así una cosa es ver una situación desde la perspectiva del amor que desde la óptica del miedo: Sin embargo dicho miedo se pude transformar en coraje, pero en cuanto aparecen cerramos instintivamente los ojos y sin duda la mente; por ella empiezan a circular tus críticas internas con tus juicios y prejuicios y empiezas a buscar racionalizaciones y atajos para justificar tus acciones e intervenciones como reacciones a un mundo que crees viene de afuera.

¿Y qué podemos hablar de la mente?

Todo esto surge en tu mente que es producto de la conciencia de tu existencia, ya lo dijo René Descartes: “Pienso… luego existo”, por ello de alguna manera a través de nuestra mente tomamos conciencia que somos seres históricos y abarcando un conjunto de recuerdos que están en nuestra memoria.

Somos mucho más que seres históricos con memoria, las computadoras también la tienen… sin embargo nuestra mente va mucho más allá… piensa no sólo críticamente, también crea, intuye… quiere, se emociona, desea, ama y sueña. Los seres humanos tenemos una mente que es mucho más que un cerebro y esa mente es creada por nuestra propia conciencia.

Es nuestra propia conciencia la que se interconecta con nuestra Esencia Universal parte holográfica de la Energía del Campo Cuántico o Campo de la Esencia para transformar nuestra Presencia a través de un nuevo mindset, gestión optimizada de nuestra energía y la elección de un futurible… mostrando así que la conciencia individual tiene una capacidad de trascendencia.

Nuevo Mindset

Si el pensar es un requisito para la existencia humana y para la determinación de la conciencia, una forma natural de expansión es ampliar las fronteras del pensamiento. Así en la Presencia solemos pensar críticamente y en el mejor de los casos creativamente, el pensamiento crítico se sustenta en la busca de certezas como información definitiva que es la base de la permanencia de un paradigma. Esto es lo que ha pretendido transmitir la Educación Tradicional, un mundo de certezas donde la curiosidad se suele poner de lado, sin duda cuando encontramos una respuesta dejamos de buscar, de seguir preguntándonos, cuestionándonos… por el contrario sostenemos y mantenemos un status quo.

Sí las certezas han paralizado nuestra natural curiosidad, la innovación requiere del desarrollo de un mindset nuevo, romper con nuestras zonas de comodidad y salir en la búsqueda de nuevas posibilidades. Para ello tenemos que empezar a poner en duda nuestras certezas, por lo menos por un ejercicio de sana curiosidad, preguntar y preguntarnos, pensar de manera divergente nos lleva a asumir un pensamiento creativo que nace de la necesidad de salir del contexto conocido y sumergirnos en nuevos territorios. El mundo está lleno de experiencias, productos y servicios que tornaron posible lo que hasta ese momento eran imposibles. Estos dos niveles de pensamiento se encuentran en lo que denominamos la Presencia del individuo

La circulación por los espacios crítico y creativo exige una apertura de tu mente y corazón… entonces podrás comprender que las razones por las que no te atreviste a producir un cambio radical en tu vida son apegos a temores del pasado, a tus propias críticas. Cuántas veces la voz interior de tu pensamiento te ha invalidado o te ha paralizado, sin darte cuenta que en cualquier caso atreverte o no atreverte son intenciones que van a crear tu realidad. Muchas veces nos llenamos de mentiras hacia nosotros mismos y lo peor es que creemos en ellas, estimado lector te pido reflexiones sobre ellas y sus consecuencias.

Pero hablar del mindset exige ir más allá del pensamiento crítico y creativo, especialmente en el mundo acelerado en el que vivimos, donde muchos se paralizan porque no tienen información suficiente para tomar decisiones racionales en su totalidad. Surge la necesidad de salir del campo convencional de la Presencia y buscar nuevos mecanismos que siempre estuvieron a disposición de la especia humana: la intuición y su madre la sabiduría. Ambos son dos nuevos estadios de pensamiento que se encuentran en la Esencia del Ser individual.

La intuición se siente, en su sentido más puro es información que se percibe vía sensaciones, desde dentro… pero que nos llega de fuera. Muchos confunden experiencia acumulada que proyecta nuestro conocimiento acumulado y nos permite proyectar los resultados hacia fuera de nosotros mismos. La intuición es primero una sensación intensa que se siente y luego se explica, pero viene como información sensorial que luego se piensa, pero su origen es de fuera y se interconecta desde la Esencia con la Presencia del individuo.

Lo importante es que la intuición se ha convertido en una necesidad para la toma de decisiones de todo orden, si durante el siglo XX se rechazaba las decisiones de corte intuitivo, hoy es un imperativo que los profesionales y las personas en general desarrollen y rompan con las barreras de la racionalidad que les impide ser intuitivos, entre otras cosas porque la aceleración de este tiempo exige tomar decisiones rápidas que sólo son posibles si ejercemos la práctica de esta capacidad humana.

Y sin duda la sabiduría que nace del desconocimiento total tanto del mundo interior de la persona como del mundo exterior del entorno. La sabiduría es un pensamiento-estado que responde a lo desconocido con una acción distinta y única que nos revela nuestra identidad pero que embellece la verdad ante situaciones que por lo general son extremas, situaciones donde en apariencia no hay nada que hacer… por ello aunque pueda parecer absurdo debemos aprender que cuando la racionalidad nos diga que no hay nada que hacer, simplemente hagamos… porque ésta acción viene premunida de información de la conciencia cuántica que se nos revela desde los supremo, desde el mundo superior.

Hay pues un campo consciente, un campo de la Presencia, donde nos damos cuenta de las cosas que ocurren en el aquí y ahora, pero hay un sin número de otras situaciones de la que no somos conscientes, son situaciones y cosas que escapan de nuestro control y que forman parte de una dimensión inconsciente; por lo general situaciones o problemas no resueltos que están latentes y que incluso rechazamos y ocultamos, pero que afectan nuestra existencia y que no deben ser negados o resistidos; bien sabemos que lo que resiste persiste.

Un nuevo mindset es hoy un imperativo para todo aquel que desee dirigir su propia vida, abandonando el piloto automático, abandonando el túnel de la victimización para convertirte en un verdadero protagonista de tu vivir. Si bien esto se está convirtiendo en un lugar común está en tus manos, mi estimado lector, el crear tus nuevas verdades y producir el nuevo guión de tu nueva vida. De alguna manera en el Koaching Interconexionista pretendemos vivir con los párpados bien abiertos, siendo responsables de cada pensamiento, idea y momento que creamos y construimos y esto se facilita porque tenemos en el inconsciente un nivel superior que trasciende la conciencia de la Presencia, que se instala en la energía superior de la Esencia; elegir el futurible, el futuro que tu deseas desde la Esencia y vivirlo en tiempo presente como posesionario de ese estado… como veremos más adelante… .

Por otro lado el YO se expresa en la dimensión de la Presencia como una manifestación de la Conciencia en el espacio-tiempo de la Presencia, sin duda el Yo empalidece ante la doble naturaleza del Ser: Su Unicidad en la Presencia y su Universalidad en la Esencia; mientras que la Unicidad nos distingue como seres únicos, con una interconectividad cerebral distinta para cada ser humano. En cuando a la Universalidad el Ser se fusiona en la Esencia con la energía del Todo, que denominaremos Conciencia Cuántica.

Es desde esta conciencia cuántica que elegimos el futurible deseado, la realidad que creas para ti mismo, que afectarán favorablemente tu desarrollo personal y profesional, tu vida y tus relaciones desde el corazón de la Presencia y desde tu alma en la Esencia. No hacerlo es dejar que los vientos nos lleven hacia donde ellos quieren y entonces habrás perdido la oportunidad de Ser aquello que tu potencial define, describe y explica.

El desperdiciar las oportunidades de vivir tu potencial a plenitud tiene un costo muy alto individual y colectivamente, se traducirá en desconfianza e insatisfacción.

A fin de cuentas somos lo que creemos y creamos todo aquello en lo que creemos. Creer para crear un nuevo destino es una tremenda responsabilidad individual que exige ver más allá de nuestra mirada, que exige una nueva visión… una visión humanista de futuro que destierre la violencia de nuestras vidas, que nos acerque a lo vivo y a la vida y nos haga comprender que todos y cada uno de los seres vivos tenemos la misma Esencia y la misma estructura y que estamos indisolublemente interconectados a todo y a todos. Por tanto debemos aproximarnos a las otredades con consideración y humildad, sin aspavientos y sin ningún tipo de discriminación permitiendo y posibilitando en cada ser el desarrollo de su potencial que es único y diferente.

Esta es pues una oportunidad que tenemos como humanos para desarrollarnos como sociedad y evolucionar como especie… salvo… salvo mejor parecer.

¿Dónde está mi mente?… continuará en el siguiente post

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